Cae el sol
Hoy,
y en tiempos remotos,
Luciérnagas
hurtaron luz de sol para dorar sus almas
y
explayarlas sobre tu piel serena
Así,
en cada amanecer,
tu
ventana entrega formas sobre tu lecho,
y
decanta para ti lo que es digno.
se
embriagan con luz tenue los poros,
abismos
que se abren a nuevas formas de lujuria
y canto;
mueren
las luciérnagas del sol
y
renacen allí la belleza y la pureza,
la
ciencia y la fe de la pasión,
la
certeza de que eres inmortal,
la
seguridad de que eres tú
mi
propia inmortalidad.
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