Si
asomaras tu rostro por la ventana
Verías
entonces jardines de lotos
Verías
cómo claveles y botones de rosas se inhiben en presencia de tus labios
…
tu boca, cual tierna frambuesa
Entreabre
un portal de silencio
Y
escapan, en cálido soplo,
Las
horas de mis comienzos
Verías
entonces cómo el rocío,
El
que mana de tu pecho,
Humedece
la calma,
Hidrata
mis sentimientos
Lánguidos
minutos invaden la escena,
Y
como en bosque de niebla,
Se
deslizan con destreza,
Ápices
de tristeza.
Vuelvo
a tus ojos entonces
Y
veo la estela,
La
esperanza que destellas,
La
virtud de mi existencia
La
nobleza hecha inocencia